"CERRO LAS TETAS DE TINAQUILLO"
El Municipio Tinaquillo (antes Falcón)
pertenece al sistema de montaña de la Costa, cuyas estribaciones últimas
abarcan toda la parte Norte del Estado Cojedes, culminando en el Cerro Azul de
Tucuragua a 1.780 Mts de altura, en los límites con el Estado
Yaracuy. A medida que penetra hacia el Sur disminuye su elevación, formando
colinas bajas y también cerros aislados, dejando otras grandes
extensiones de sabana tales como: la de Taguanes al Norte, la de Los Araucos al
Este y la de Pegones al Sur.
Al
Oeste a unos 7 Km. Se alza el cerro denominado “LAS TETAS DE TINAQUILLO”, cuyo pico más alto se haya a una
altura de 1.053 Mts. y es una de las notas características del paisaje
Tinaquillero, es un monumento natural ubicado aproximadamente a 9,83 Kilómetros
de Macapo (municipio Lima Blanco), a 895 metros sobre el nivel del mar.
Cerro Las Tetas está al lado de La Pica y se encuentra en la
zona turística de Tinaquillo Estado Cojedes, el mismo brinda una hermosa vista
al pasar por la ciudad de Tinaquillo.
“Quien logre admirar un atardecer con sus arreboles al “Cerro de Tetas
de Tinaquillo”, quedará deslumbrado para siempre”
Tiene
una longitud de unos quinientos metros aproximadamente, se dice que en su
interior hay dos cavidades sin escrudiñar, que tienen compuertas de madera
trancadas con cadenas y candados. Los eslabones de las cadenas son similares a los
de las Cadena del Baúl.
En
turismo, el visitante podrá disfrutar de sus bondades y contemplar nuestras
bellezas naturales.
Las exuberantes
Tetas de Tinaquillo, se mencionan en el himno del Municipio Tinaquillo y
algunas leyendas, he aquí:
HIMNO DE TINAQUILLO
Coro
A
la puerta del llano infinito
Centinela
tenaz de mis pampas
Tinaquillo
por Dios fue bendito
Con
honor, con justicia y bonanza
I
En
tu suelo la sangre y la gloria
Fue
regada por nuestros titanes
Escribiendo
por siempre la historia
La
gran gesta inmortal de "Taguanes".
A lo lejos la
"Teta" es un hito
como numen sagrado al
poeta,
Fiel
otero de tus cien caminos
Representa
tu gracia y belleza.
II
Mano
abierta a quien llega a tus lares
Es
consigna de tus lugareños
Y agua fresca de tus
manantiales
Va calmando la sed del
viajero.
Tus sabanas son todo
verdor,
En tus campos florece
el frutal
Y resalta con todo
esplendor
Tan pujante tu zona
industrial.
TRES
HERMANOS Y UNA LEYENDA:
Autor: Rafael Arias
Érase una vez una aldea rodeada de sabanas y
montañas donde la gente, desde tiempos inmemoriales, se dedicaba a dar forma a
la tierra creando hermosas vasijas. Allí vivía un “Gran Cazador” llamado
Tinatepo.
Tres eran los hijos de Tinatepo: el mayor se
llamaba Azul, el segundo Teta y el menor Tiramuto.
Una mañana los tres hermanos pidieron permiso a su
padre para ir de cacería, ya que había llegado el momento en que Teta
realizaría la prueba para convertirse en “Gran Cazador” como Tinatepo y Azul.
- Hoy no es día para salir de caza. Los dioses
celestes están de visita en la tierra, descansando en el sitio sagrado de “La
Danta”. Allí disfrutan de las cristalinas aguas de las montañas y se van a
enfurecer, si los humanos interrumpen su soledad y su descanso- advirtió
Tinatepo.
Los hijos insistieron. Dijo Azul a su padre: -
Papá, desde hace días está rondando un macho caramerú. Si Teta logra matarlo se
convertirá en “Gran Cazador” y será respetado y reconocido por todos los de la
aldea de los hombres que fabrican vasijas-
Dudoso todavía, Tinatepo indicó a los jóvenes: -
Pueden salir, pero sin cruzar el río hacia el lugar sagrado. Y advirtió: - si
cuando el sol se ubique en la mitad del cielo aún no han atrapado la presa,
tienen que volver sin más demora- Los jóvenes prometieron a su padre cumplir
sus instrucciones y tomaron dirección a los terrenos donde moraba el macho
caramerú.
Azul, Teta y Tiramuto caminaban sigilosamente entre
los árboles y matorrales para no espantar a las bestias que pudieran aparecer
por aquellos caminos. Tiramuto, rezagado, nota de pronto un movimiento entre
los árboles y con cuidado lo señala a sus hermanos quienes quedan maravillados
ante el hermoso venado, provisto de una gran carama que adorna su cabeza.
-¡Teta, prepárate! - Dijo Azul. Teta armó
rápidamente el arco y apuntó la flecha. Al disparar contra el animal, un gran
trueno estremeció la tierra. El venado huye herido. Los hermanos seguían el
rastro de sangre dejado por el hermoso ejemplar mientras el cielo se oscurecía
cada vez más.
Emocionados por alcanzar la presa siguieron
adelante, sin notar que habían llegado a la orilla del río. El venado,
tambaleante, se lanzó a las aguas y alcanzó la otra orilla, cayendo finalmente,
en medio de los matorrales. Tiramuto recordó las palabras de su padre. Teta y
Azul, sin pensarlo mucho, se internaron en las aguas siguiendo el rastro del
macho caramerú.
Tiramuto, del otro lado, contempló a sus hermanos
mientras desaparecían en medio del monte. En ese instante tronó de nuevo, como
si el cielo se partiese para luego caer sobre la humanidad. Asustado, Tiramuto
corrió sin parar en dirección a la aldea. Al ver a su padre, le abrazó y
llorando le contó lo sucedido: - Padre te hemos desobedecido. Ahora mis
hermanos serán castigados por los dioses-
Mientras tanto, Azul y Teta, desorientados,
buscaban en vano al animal. No estaba donde le vieron caer, ni había rastros de
sangre. Extrañados y temerosos, se adentraron en aquellas tierras hasta que
reinó la oscuridad. Rendidos por el cansancio, buscaron solaz al descampado.
De pronto, apareció una luz intensa y se oyó una
iracunda voz. – Han irrespetado las leyes de los dioses y desobedecido las
palabras de su padre! ¡Serán castigados por su falta! ¡No podrán volver con su
familia y habitarán por siempre estos parajes! Teta y Azul cayeron de rodillas,
pidiendo perdón, mas no escucharon respuesta alguna.
Dominados por el miedo, corrieron sin rumbo fijo
por la sabana en medio de la noche. Azul, exhausto de tanto correr, llegó a un
lugar muy alto. Miraba en todas las direcciones, con la esperanza de encontrar
a Teta. Allí quedó para siempre, temeroso de cruzar otro río, pues recordaba su
desobediencia a los dioses a su padre. En aquel mítico lugar está sembrado
Azul. Que de vez en cuando clama por sus hermanos.
Teta llegó a la parte más alta de un cerro desde
donde se divisaba un valle, que recordaba la aldea donde nació y a la que ya no
podía regresar. Allí permanece con la esperanza de que algún día su familia le
encuentre. Por eso a él también se le oye gritar en medio de las tormentas y la
oscuridad. Tinatepo y Tiramuto esperan pacientes, mientras lloran la ausencia
de Azul y Teta.
Cuentan los pobladores de aquellas tierras que en
el mes quinto despierta el espíritu de Tiramuto y emite ronquidos que son
contestados a lo lejos por Azul y Teta. Cuentan también los descendientes de
los hombres que hacen vasijas, que las lluvias que bañan aquellos parajes son
las lágrimas de losa tres hermanos y su padre, que riegan la tierra y aumentan
el caudal de los ríos.
Cuando pases por Tinaquillo, Tinaco y San Carlos,
pregunta dónde quedan sitios de la Danta, Tinatepo, Tiramuto, Teta y Azul.
Cuando los ubiques, estarás en la tierra de los tres hermanos y una leyenda.
LA CIUDAD VISTA DESDE LAS TETAS
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